Oigo caer la lluvia y mis sentidos se agudizan, te grito y solo el eco de mi voz responde.
Cierro los ojos y nos vemos como antaño tomados de la mano corriendo, queriéndonos guarecer de la lluvia; escucho el estruendo de los truenos que me vuelven a la realidad.
La luz de los relámpagos lastiman mis ojos, recuerdos, recuerdos… solo eso me queda y eso es lo que me mantiene viva.
Te siento, te huelo, te percibo pero… solo son fantasías, quiero creer que estás conmigo como hoy que llueve y ese olor a tierra mojada me trae tu recuerdo y soñaré y soñaré que has vuelto hijo.
María Blanca Márquez de Patiño
Sala de Lectura Horizonte Literario
Me ha gustado su escrito. La reminiscencia que trae la tierra mojada es muy profunda.
ResponderEliminarJose Luis Sotelo